sábado, 26 de noviembre de 2011

ESTAMBUL: EL PERFUME DE ORIENTE


 Mezquita Azul

Érase una vez ESTAMBUL, el nombre joven de una ciudad milenaria donde el sol duerme sobre los alminares que iluminan la noche, embriagándote su fragancia, sus callejuelas, sus rincones... Sus bazares con toda la esencia islámica, el olor del incienso, los colores de los tapices, los brillos de las telas... Una leyenda viva, donde a cada sitio, a cada paso ¡Se supera un sueño!
Como la postal que imaginé cuando leía en mi infancia “Las mil y una noches” y sin más dilación ¡Ábrete Sésamo!


La megalópolis más poblada de Turquía, situada al noroeste del país, aunque lo más interesante de su ubicación es que está al sureste de Europa: en “La Tracia” y al suroeste de Asia y es que es de las pocas ciudades que está en dos continentes y el “Estrecho del Bósforo” ¡Marca la diferencia! Este canal une el Mar Negro y el Mar Egeo (Mediterráneo) a través del Mar interior de Mármara ¡La mar de azul!
Tomar un barco a la hora bruja en  “El Cuerno de Oro”, un puerto natural que debe su nombre a su forma y a la cantidad de naufragios de navíos bizantinos durante su conquista, su fondo es dorado y se presume que es por los tesoros que contiene, y disfrutar del crepúsculo.

 Topkapi y el Bósforo

Su posición privilegiada para el comercio siempre la ha hecho objeto de deseo de todas las civilizaciones y todos los grandes imperios la han apreciado. La puerta entre dos continentes que además tiene salida por el Mediterráneo a África. 
Muchas son las sendas trazadas por sus tierras desde la más lejana antigüedad: “La ruta de la Seda”, ese tejido tan apreciado para los romanos que solo se elaboraba en China con un método secreto, ese fue el inicio de tan ancestral recorrido, de las más frecuentados en el medievo y donde al final se intercambiaban todo tipo de productos, especias, piedras preciosas, telas, ámbar…
Su primer nombre fue BIZANCIO, la cuna de esta cultura procedente de Grecia, durante este periodo y hasta la ocupación por los romano varios pueblos la habitaron: persas, espartanos, macedonios… Incluso La Tracia estuvo ocupada por los celtas.
En época Romana y por interés del imperio, se le dio la libertad, aunque esta independencia no duraría ni dos siglos, en el año 330 el emperador Constantino no se pudo resistir a esta joya que es la encrucijada perfecta, rebautizándola con el nombre de CONSTANTINOPLA.
Muchas son las riquezas arqueológicas de esta época, bajo la urbe se encuentra una ciudad subterránea con numerosas cisternas romanas y la que más destaca es la Cisterna Basílica ¡¡¡Maravillosa!!! Qué lástima que no tenga ninguna foto, pero es impresionante, las columnas de mármol, las formas, recuerdo a Medusa, el agua…
Pero si hay santuario que prevalece siendo un símbolo de la cultura bizantina es “Santa Sofía” ¡La iglesia de la sabiduría! Que tras la conquista por el imperio otomano se convirtió en mezquita, como tantas otras iglesias cristiano ortodoxas.  

Santa Sofía 

Y ¿Qué puedo decir de tan magno templo? Durante un tiempo también fue una iglesia católica, tiene el embrujo de que en su interior se han practicado todas las religiones mayoritarias de occidente,  y que en este caso, admiro la forma islámica de tratar el arte a la hora de hacer un traspaso de poderes o de culto. Ahí sigue su bóveda grande y plateada con cuatro minaretes y en el interior se conserva la iconografía ortodoxa, escenas de la biblia se repiten en numerosas imágenes, aunque han puesto unos “escudo” en escritura musulmana y en referencia a Alá.
La conquista de los otomanos al pueblo bizantino en 1453 fue una batalla que hizo época, tanto, que se considera que esa fecha marca el final de la Edad Media en Europa. La imagen de Constantinopla cambió radicalmente, de ser una ciudad imperial bizantina a convertirse en islámica, un cambio cultural completo.
El siglo XV fue un siglo de grandes cambios en Europa, en España se produce también la unificación católica y la expulsión de los moros y judíos, casi justo al contrario.



El imperio otomano fue todo un señor imperio y sino que le pregunten a los países vecinos y para ver el esplendor que llegó a alcanzar, la riqueza que llegó a acumular, no hay como darse un paseo por el Palacio de Topkapi y aquí la palabra tesoro es literal, los regalos que hacían a Constantinopla  los mandatarios de todos los países a cambio de que los dejasen vivir en paz eran ¡Descomunales! En varias salas se exhiben una colección de perlas, joyas, corales… Aquí está el puñal más caro del mundo, hecho en oro, perlas, esmeraldas… El diamante cuyo tamaño es el tercero del mundo y todo el brillo que nunca hubiese imaginado, una mezcla del palacio de Aladino y el tesoro de Ali-Baba.

Patio interior Topkapi 

Estambul tiene un paisaje que embelesa, solo hay que levantar la mirada para perderte en un horizonte pintado de mezquitas ¡Muchas mezquitas!  Hubo un tiempo en que cada sultán quería tener una y a ser posible ¡Más grande y bella! Todo un símbolo de riqueza y poder.
Y traigo la historia de “La Mezquita Azul” ¡De las más bonitas que he visto! El sultán Ahmed I la mandó a construir para apaciguar a Alá por las numerosas derrotas que había sufrido y quería que fuese única. Cuando hizo el encargo y a pesar de no tener grandes bienes por sus conquistas, invirtió en su construcción todo lo que poseía.

Patio interior Mezquita Azul 

Cuenta la leyenda que quería una mezquita que brillase sobre las demás y que se hiciese con oro y ofreció todo su tesoro con tal fin, cuando encargó al arquitecto la obra le dio instrucciones del material que tenía que emplear y de que tenía que ser la más grandiosa del universo. El caso es que en turco la palabra “oro” se pronuncia casi como “seis” y como en el mundo musulmán la grandeza de un templo se mide por el número de alminares, le puso 6 alminares y arruinó al sultán ¡La única en Istanbul con 6 minaretes! También la única en el tiempo que tardó en construirse, 40 años, cuando las mezquitas crecían en número alrededor, de hecho el sultán no vio acabada su gran obra.
Su interior te hace estar en otra atmósfera, sentir lo humano y lo divino, vestida por una colección de mosaicos azules que cuando se reflejan en los rayos que entran por las ventanas ¡Dan luz! Un espacio donde se para el tiempo, las creencias y se siente la paz.

Mezquita Azul 

Y aquí la opinión más personal de una bruja, para mí junto a Lisboa y aunque no tienen nada que ver, son mis ciudades favoritas, iría una y otra vez. En la actualidad Estambul es un sitio abierto a occidente, aun teniendo una religión marcada y arraigada se permite por ejemplo el divorcio, que en el pueblo musulmán… Para qué voy a meterme en berenjenales, por cierto, hacen unas berenjenas rellenas y unos tomates rellenos de arroz ¡Ummm! Tienen una cocina mediterránea exquisita, muy elaborada y especiada.
Hay que ir y sumergirse en otra cultura, andar sin prisa por los zocos, como ir y no acabar de compras en “El Gran Bazar” que como su nombre indica es… ¡Sensacional! Un pueblo con avenidas, calles estrechas, patios o plazas y techado, perderte en un laberinto de tiendas donde no puedes olvidar el regateo, aquí hay que regatear y no os preocupéis del idioma ¡El regateo es internacional! Aproximadamente el precio real suele ser la mitad del de la primera oferta, así que si dice 100 pues 25… A mí ¡Me llegó a aburrir!


El Bazar de Las Especias, pequeño, coqueto y con cientos de especias, los aromas… el olor dulce, anisado, a hierbas, incluso a veces ¡Me picaba la nariz!
Ir a un baño turco y relajarse, o a una tetería y tomar un té de manzana y como no fumarte una buena pipa…
Siempre me ha gustado la arquitectura musulmana, los colores, sus mezquitas, las formas, los conocimientos del agua, de la astrología… aunque no me guste ningún culto su obra es especial.
No conozco a nadie que haya ido a un país islámico y no haya venido admirado de esta cultura y su riqueza, es tan diferente a la nuestra… Bueno conozco a alguien que comió algo en mal estado y no le gustó Egipto y además es tan lumbreras que estuvo en septiembre del 2008 en Túnez y decía que era otra cosa, que estaba europarizada, jaja, en fin, contando con Chewaka, digamos que esta forma de vida no deja indiferente a nadie.
Estambul es una ciudad para pasear disfrutando de todo el hechizo de un lugar con el perfume y el alma oriente.

domingo, 20 de noviembre de 2011

GAUDÍ: EL GENIO DEL MODERNISMO




Hoy voy a volar en torno a un genio y sus construcciones en fotografía, con pocas palabras, las imágenes hablan por sí mismas… Y no va ser nada científica, voy a dejarme llevar por la imaginación, si estuviese vivo seguro lo entendería aunque no sea creativa, porque si hay algo patente en su obra es la fantasía.

Érase una vez Antonio Gaudí i Cornet, arquitecto catalán nacido a primeros del siglo XIX, que hizo magia con lo exacto y cuya quimera traspasó fronteras siendo el máximo exponente del Modernismo.




Y saltándome los cánones empiezo por lo que para mí es su mayor tesoro “EL PARQUE GÜELL”: 




El prototipo de la fórmula mágica: “física, química y naturaleza”.




Un espacio abierto y extenso donde perderse como en un laberinto, entre columnas inclinadas, animales de leyenda, mosaicos, colores…




Para mí brilló especialmente con sus construcciones civiles ¡Me encantan! Sus volúmenes, las curvas, el equilibrio, la geometría, es como si las hubiese sacado de una visión de futuro y las hubiese llevado a su realidad, dándolas forma y haciéndolas perfectas.

Como UN CAPRICHO pequeño y coqueto, situado en la Villa cántabra de Comillas




Pigmentado en fuertes tonalidades y con formas que imitan el estilo musulmán ¡Cómo la mansión de un sultán!




El PALACIO EPISCOPAL DE ASTORGA y las princesas que seguro habitaron dentro ¡Precioso! Y aquí se sirve el neo-gótico.




Y le da nuevas dimensiones...




O la CASA BOTINES  en León…



Aunque nació en Reus donde más se hizo notar fue en Barcelona donde se encuentran muchas de sus obras:  "La Casa Batlló", "La Casa Vicens", "La Casa Milá" conocida popularmente como "La Pedrera"...

Acabo con la considerada por la mayoría su obra maestra “LA SAGRADA FAMILIA”, siempre he pensado que el hechizo de esta obra está en que fue la inacabada, cuando estaba absorto en su construcción falleció y por otro lado, la época en que se construyó, en pleno siglo XIX a la iglesia católica le sentó como un tiro una catedral tan irreverente.




A fecha de hoy y como todos sabemos, este templo está canonizado por el mismísimo Papa, por lo que ese don lo ha perdido, tiene todos las bendiciones católicas tradicionales y como una es bruja clásica, de escoba y verruga, pues ya…




Cuando veo la próxima imagen, fijaros en los Santos que están tras la virgen ¡Los soldados Clon! Con lo aficionada que soy al misterio que oculta el arte, pues en este caso, he resuelto una incógnita: George Lucas fue a Barcelona y le entro la inspiración al ver la Sagrada Familia y dibujó en su cabecita a los que iban a ser sus personajes espaciales de la saga “Star Wars”  y con todos mis respetos, ampliar la imagen  ¡A las pruebas me remito! 




Y porque son blancos que sino ¡El mismísimo Darth Vader! ];D, en fin y como he avisado a navegantes, es entrada corta y además desde mi visión volada.

martes, 15 de noviembre de 2011

EL MONASTERIO DE RILA (BULGARIA)



Últimamente, no sé si por el paso de los años, estoy... cómo llamarlo... Más evocadora o a lo mejor tiene que ver con que me traen los recuerdos, tengo un amigo que ha colgado en el Face las fotos de algunas de las numerosas pinturas que visten la gran abadía de Bulgaria, un país que no se entiende sin sus monasterios y muy en especial sin este...

Érase una vez el MONASTERIO DE RILA ¡El que el interior de la montaña protege!


Situado al sudoeste de Bulgaria, en las Montañas de Rila que significa “bien regada” y es porque debido a los numerosos lagos de origen glacial el agua fluye por todos los lados. En la espesura del bosque, al abrigo de los pinos reposa Rila a la sombra del pico MUSALA, conocido por el pueblo búlgaro como “El último ante Dios” y por el pueblo turco por “La montaña de Alá” y en este caso coinciden ¡Es divino! El pico más alto de la cordillera balcánica.

Cuando subíamos en el autobús ¡Qué maravilla de paisaje! Una carretera angosta y empinada y a los lados la selva espesa y tupida, tan abundante que no pasaban los rayos del sol entre la arboleda… Las curvas, tan pronunciadas que a veces el autobús tenía que maniobrar varias veces para girar y al fin, tras mucho subir y con la venia de la vegetación, lo divisas en una de las mayores extensiones de bosques vírgenes de Europa y es que la naturaleza lo esconde y protege como parte de ella.

Cuenta la historia que en el siglo X un cortesano, cuyo nombre era Iván Rilski, un buen día decidió retirarse a las montañas de Rila a hacer vida anacoreta y allí vivió, en el hueco de un árbol con forma de ataúd, pronto se propagó entre las gentes su forma mística de vivir y atrajo a más personas que admiraban esa forma de vida. La iglesia ortodoxa lo canonizó con el nombre de San Juan de Rila y al final de sus días fundó el monasterio, como refugio para los numerosos monjes que atraídos por sus creencias poblaron la zona.

Los edificios fueron construidos durante los siglos XIII y XIV y por lo que es más conocido es por los frescos renacentistas y barrocos que impregnan todos los muros, un despliegue de arte y de iconografía ortodoxa, imágenes religiosas en vivos colores que son fantásticas, tan expresivas como la propia palabra.


Tras la puerta te encuentras con un patio grande y una edificación de a lo sumo 4 alturas, con largos pasillos por los que se accede a las habitaciones y al exterior un arco, cada arco, una celda; de fachada blanca con rayas rojas y coronando cinco cúpulas de estilo bizantino y una atalaya cuadrada.


Pero Rila es mucho más que un tesoro de la arquitectura búlgara o una joya pictórica, es mucho más que un entorno mágico y verde donde parece que tocas el cielo, RILA ES LA IDENTIDAD DEL PUEBLO BULGARO.

Durante nuestra estancia en Bulgaria si hay frase que escuchamos veces y con mucho rencor es “EL YUGO TURCO”, y a mí la palabra “yugo” me parece muy fuerte, no la suelo emplear,  me resultaba una frase dura; pero la realidad es que durante los cinco siglos de ocupación otomana trataron al pueblo búlgaro como si fuesen animales, tenían lo peores trabajos, no tenían derechos, no tenían la misma dote, pagaban más impuestos, los expoliaron y expropiaron, no podían utilizar su alfabeto, no podían ser ortodoxo, en fin, no podían tener raíces; la opresión sufrida por el pueblo tanto física, como cultural, fue brutal y aunque intentaron revelarse en varias ocasiones, fue sin éxito, los turcos eran de daga fácil.

Aquí Rila jugó un papel vital, tras la destrucción que sufrió al inicio de la invasión turca, en el siglo XV fue restaurado y se mantuvo como taller de oficios durante los siglos que duró la ocupación, convirtiéndose en el Centro Cultural más importante de Bulgaria y en su interior albergaba una escuela de pintura cuyos discípulos, y a los frescos me remito, eran auténticos eruditos.

El detallito de los horóscopos ¡Genial!

Aunque no tengo ninguna foto, recuerdo las miniaturas del siglo XV y XVI, me llamó la atención lo minucioso del trabajo, al milímetro, quien tallase una obra con tanto escrúpulo, con tanto detalle, acabaría ciego por narices ¡Magistrales!

Un país castigado por la historia y un pueblo que conservó su esencia eslava en el interior de las paredes de una abadía, son impresionantes los escritos en cirílico, su alfabeto ¡El prohibido!

A principios del siglo XIX sufrió un devastador incendio y en su reconstrucción se volcó todo un país, quedando de la estructura original solo la torre de piedra. Durante la segunda guerra mundial también sufrió otro ataque, pero salió victorioso. En la actualidad todavía se practica en el la vida monacal y los oficios y brilla valeroso en lo alto de la montaña.

Si no llega a ser por la labor que se realizaba en el interior de los monasterio, muchos de los valores del pueblo búlgaro se hubiesen perdido, como digo al principio: "Bulgaria no se entiende sin sus monasterios".

Las fotos no tienen toda la calidad del sitio, hace muchas lunas de esta aventura y son escaneada, pero como veis ¡Qué buenos recuerdos!

miércoles, 9 de noviembre de 2011

EL PALACIO DA PENA (SINTRA)




Aunque nunca he tenido el don de la paciencia, donde esté  la magia ¡Mucho más rápida! ];), recuerdo una época en que a una estrella cercana de dio por hacer puzles, en su retiro y hasta que por fin brilló, hizo una centena de ellos ¡Bendita kalma! La suya, como diría un bandido “esta bruja puede ser más de paz”, el caso, que muchas lunas después, permanece un palacio encantado y enmarcado en el sitio más luciente de mi salón, del que no puedo decir cuántos ladrillos tiene, ahora puedo asegurar que tiene 3000 piezas encajadas a la perfección.

Érase una vez un palacio de colores, de cuento: “EL PALACIO DA PENA” ¡La joya romántica de Portugal!




Construido sobre la cima de un peñón, de ahí su nombre “de peña”, en la altura más elevada de “Sintra”, la villa elegida por los reyes portugueses para fijar su residencia de vacaciones, una aldea preciosa, a apenas 30 km de Lisboa, donde cambiaban el bullicio y el calor, por la brisa de los árboles… Un remanso de tranquilidad, rodeado de bosques y con numerosos palacios de grandes chimeneas.


Vista de Sintra desde el Palacio Da Peña 


He empezado con brujas, bandidos y ahora viene el rey…  este sitio que parece salido de una fábula fue el capricho de un rey, Fernando II casado con María II reina de Portugal, allá por 1836 en una escapada que hizo a esta zona se quedó prendado de ella, en lo más alto de la peña, a 500 metros de altitud, se encontraban los restos de un antiguo monasterio jerónimo, erigido sobre la ermita de Ntra. Sra. de la Peña y devastado por el terremoto de Portugal y aquí, al abrigo de la tupida arboleda y desde donde se divisa el mar, el ingenio del rey dibujó su morada.




El conocido como rey artista decidió construir su pintoresca mansión, sin escatimar en nada y utilizando los vestigios que allí se encontraban y si me cuentan semejante proyecto nunca hubiese vaticinado que tal combinación tuviese tanta belleza ¡Cómo un castillo de hadas!

Un arquitecto alemán fue el encargado de dar forma a una inspiración recargada, excéntrica y exagerada y que por raro que parezca ¡Es su mayor virtud! De silueta esbelta y vistosa, mezcla todos los colores: azules, rojos, amarillo… Todos los estilos: neo-clásico, neo-islámico, neo-gótico, neo-renacentista, neo-manuelino, todos los “neos” que existen.

Para sus jardines mandó que trajesen flores exóticas de varios países: Nueva Zelanda, Indonesia… En un vergel semejante puede crecer cualquier flor, la tierra es generosa, cualquier arbusto aunque no sea del lugar, así que combinamos lo foráneo y lo autóctono y de resultado un entorno exuberante delicia de todos y tan extenso, con tantas sendas y recovecos, que es imposible recorrerlo entero en un mismo día.




Una vez que cruzas el arco de entrada, ves la fachada principal recubierta de azulejos, los mosaicos de variadas tonalidades es una constante en casi todos sus muros exteriores, siendo el color más utilizado el azul ¡La luz! Sus numerosas torres, la mayoría con cúpula, hacen que se asemeje el conjunto al estilo mudéjar. 




El Claustro que conduce a las habitaciones principales, incluida la del rey, también envuelto como un regalo en azulejos, mirarlos, parecen iguales, pero si miráis con atención sobre los arcos, veréis que los azules se camuflan entre sí y no hay parte que tenga todos con el mismo dibujo.




Además criaturas fabulosas y cargadas de simbolismo cobran forma en columnas y balcones.




Y me paro en la figura del Tritón que se encuentra en un balcón, mitad hombre y mitad pez, es la más popular, posiblemente porque a primera vista parece que tiene cuernos, aunque si te fijas son raíces, las raíces del árbol de la vida, una criatura fantástica con cara de bestia en cuya cabeza crece la creación a la que se aferra con sus manos.




Por cierto y tras haber referencias, donde he consultado, al parecido entre este ser híbrido y el marinero que decora la parte inferior de la ventana de estilo manuelino del Convento de Cristo (Tomar)  y como tengo foto, aquí la pongo y para mí que sí tienen cierto parecido en la acción, incluso el estilo, a lo mejor, hasta en el material empleado, pero la cara de un hombre está muy lejos de ser una alegoría.


Ventana Convento de Cristo (Tomar)


Cuando te adentras en sus aposentos, pasas a las zonas nobles, es como si todavía estuviese vivo, conserva el utillaje en la cocina y todo el mobiliario intacto y dado el gusto que tenía el monarca no solo por el arte, sino por viajar, sus lámparas son de bronce, sus vidrieras de cristal de Bohemia, los tapices árabes, jarrones de porcelana china... Todos los lujos imaginables, que digo imaginables ¡Imaginables para un rey!

A la muerte de María II, dejó de ser rey consorte de Portugal, pero continúo en su deseo terrenal, no cejó hasta ver acabada su obra. Volvió a casarse con una cantante de ópera del teatro “San Carlos” en el Chiado, la que era su amante de toda la vida y es que Fernando de Sajonia, por si no lo había dicho: era un hombre de mundo, jeje,  y al final vio realizado su sueño, su paraíso material, el mismo año que falleció.

El palacio fue heredado por la que era su actual mujer, la Condesa Elise Hensler, pero tal fue la controversia creada en el pueblo que al final lo adquirió el rey Luis. La familia real lo utilizó como residencia hasta que estalló la revolución en 1910 y en la actualidad es un museo, abierto a todos, donde perderse y fantasear, un sitio mágico, encantado y ambientado en un sueño real.